A 43 años del Cordobazo
por:
Carlos
Vélez
Movimiento
por la Unidad Latinoamericana y el Cambio Social.
El
Cordobazo
fue
una
rebelión
obrera
y
popular
(...)
surgió
de
la
clase
obrera
y
del
pueblo.
Lo
esencial
del
Cordobazo
es
que
surge
de
los
trabajadores
y
de
los
estudiantes
y
que
ellos
por
sus
convicciones
salen
a
la
calle
a
luchar.
Agustín
tosco
sobre
el
Cordobazo.
Este
29
de
mayo
se
conmemoran
43
años
de
una
de
las
páginas
más
gloriosas
de
la
clase
obrera
argentina,
tal
vez
el
pico
más
alto
al
que
ha
llegado
en
su
lucha
contra
la
burguesía.
El
Cordobazo.
Este
tuvo
alcances
de
rebelión
popular,
al
ocupar
la
ciudad,
las
masas
movilizadas
imponían
las
"leyes
y
el
orden"
y
el
aparato
del
Estado
se
vio
reducido
a
un
mínimo
grado
de
expresión,
al
ser
superadas
y
rebasadas
las
fuerzas
de
la
represión.
En
el
país,
con
una
estructura
económico-social
capitalista,
profundamente
dependiente
del
imperialismo,
se
vivían
las
contradicciones
propias
del
sistema
de
explotación,
que
se
agudizaron
producto
de
la
política
de
la
dictadura
militar:
entrega
abierta
del
patrimonio
nacional
a
los
monopolios
imperialistas,
y
ajuste
permanente
a
los
trabajadores
y
demás
sectores
populares.
En
1967
el
salario
real
había
descendido
un
2,1%
y
en
1968
un
5,1%.
La
dictadura
de
Onganía
aplicaba
en
lo
ideológico
una
política
oscurantista,
entre
sus
primeras
medidas
llevó
a
cabo
la
intervención
de
las
Universidades
Nacionales
(La
Noche
de
los
Bastones
Largos).
Todo
ello
acompañado
de
una
política
de
represión
a
las
luchas
obreras
y
populares.
En
lo
que
respecta
a
los
factores
subjetivos
podemos
señalar
la
existencia
de
un
movimiento
obrero,
mayoritariamente
peronista,
que
venia
de
la
experiencia
de
la
Resistencia,
y
tenia
como
norte
la
lucha
por
el
derrocamiento
de
la
dictadura
para
permitir
el
regreso
de
su
líder.
Dirigentes,
militantes,
activistas
e
importantes
sectores
de
masas
que
venían
haciendo
una
experiencia
que
en
concreto
los
llevaba
a
enfrentarse
con
la
mayoría
de
su
conducción
política
y
sindical
por
la
conciliación
de
ésta
con
la
dictadura.
En
ese
contexto
la
influencia
ideológica
y
política
de
la
Revolución
Cubana
y
de
Ernesto
Che
Guevara,
va
dando
origen,
frente
al
vacío
dejado
por
la
política
reformista
de
la
fuerza
principal
de
esos
tiempos
de
la
izquierda,
el
Partido
Comunista,
al
surgimiento
de
otros
destacamentos
revolucionarios,
algunos
que
venían
construyéndose
desde
tiempo
atrás
y
otros
que
dan
en
estos
días
sus
primeros
pasos.
La
efervescencia
que
recorría
toda
la
geografía
nacional,
sumado
a
la
particularidad
de
Córdoba
donde
el
sindicalismo
clasista
y
combativo,
compartía
sus
acciones
con
el
conjunto
del
movimiento
popular
y
principalmente
con
el
movimiento
estudiantil,
generaron
una
importante
toma
de
conciencia
de
las
masas
en
el
sentido
de
que
para
obtener
la
satisfacción
de
sus
reivindicaciones
concretas
había
que
enfrentar
y
derrotar
a
la
dictadura.
En
el
Cordobazo
se
combinaron
los
factores
de
la
lucha
reivindicativa
económica
con
las
reivindicaciones
políticas,
no
fue
una
acción
marcada
por
el
espontaneísmo,
como
malintencionadamente
dicen
algunos
autores.
El
Cordobazo
es
heredero
de
las
más
ricas
luchas
del
movimiento
obrero.
Antecedentes
En
ese
entonces
el
movimiento
obrero
organizado
contaba
con
dos
expresiones,
por
un
lado
el
“participacionismo”,
y
por
el
otro
la
expresión
combativa
en
la
CGT
de
los
Argentinos
con
Raimundo
Ongaro
como
Secretario
General,
con
la
adhesión
en
varuas
regionales
del
interior.
En
Córdoba
se
expresaban,
el
Sindicalismo
de
Liberación
que
lideraba
Agustín
Tosco
y
Atilio
López,
de
extracción
peronista,
Secretario
General
de
la
UTA,
junto
con
la
aparición
de
otras
corrientes
del
sindicalismo
clasista
y
combativo,
que
se
manifiesta
en
las
comisiones
internas,
y
agrupaciones
que
tomarán
forma
recién
después
del
Cordobazo
en
las
direcciones
del
SITRAC,
SITRAM
y
el
SMATA,
que
lideraba
René
Salamanca.
En
el
Cordobazo
la
dirección
del
proletariado
se
basó
en
la
existencia
de
este
importante
movimiento
sindical
clasista
y
combativo,
desde
allí,
a
partir
de
una
fuerza
objetiva,
se
dio
la
unidad
de
acción
con
el
sindicalismo
tradicional,
denominado
entonces
"participacionista",
enrolado
en
la
CGT
de
Azopardo.
El
proletariado
industrial
ocupó
el
lugar
más
destacado,
haciendo
valer
su
orden
y
disciplina,
organizado
en
las
fábricas
de
los
alrededores
de
la
ciudad
(IKA
Renault,
FIAT,
etc.)
que
marchando
en
forma
sincronizada
hacia
el
centro,
hizo
retroceder
a
su
paso
a
las
fuerzas
de
la
represión.
El
ambiente
se
iba
calentando.
Tres
años
antes,
el
7
de
septiembre
de
1966,
en
Córdoba,
en
una
movilización
estudiantil,
es
herido
Santiago
Pampillón,
estudiante
y
obrero,
quien
fallece
días
después.
En
1969
crecían
las
luchas
por
reivindicaciones
especificas
de
las
masas
y
contra
la
dictadura,
tales
como
las
de
Villa
Ocampo
(Santa
Fe)
y
de
los
trabajadores
azucareros
de
Tucumán,
donde
muere
Hilda
Guerrero
de
Molina.
El
14
de
mayo
del
69,
en
Corrientes,
en
el
marco
del
reclamo
contra
la
privatización
del
comedor
universitario,
cae
asesinado
a
manos
de
la
policía
el
estudiante
de
medicina
Juan
José
Cabral.
El
16,
en
Rosario,
una
movilización
de
repudio
es
reprimida
ferozmente
produciéndose
la
muerte
del
estudiante
Adolfo
Bello,
hecho
que
desemboca
en
la
jornada
del
21,
conocida
como
el
Rosariazo,
donde
muere
el
joven
ayudante
metalúrgico
Luis
Blanco.
Lucha en las calles, lucha de clases
En
Córdoba
los
acontecimientos
se
suceden
vertiginosamente.
El
14
de
mayo
de
69,
se
reúnen
por
separado
–con
un
acuerdo
previo-
las
dos
CGT
y
declaran
medidas
de
fuerza
en
común.
En
una
combativa
y
masiva
asamblea
del
SMATA,
conducida
por
Elpidio
Torres,
exponente
del
sindicalismo
conciliador,
“vandorista”,
se
produce
un
choque
entre
los
obreros
con
la
policía.
El
15
de
mayo
se
cumple
con
un
gran
acatamiento
el
paro
decretado
por
la
UOM,
gremio
también
en
manos
de
los
“participacionistas”,
del
mismo
modo
que
el
del
16
resuelto
por
varios
gremios
y
ambas
CGT.
Ante
la
presión
de
las
bases
se
llega
a
la
convocatoria
al
paro
del
30
de
mayo
por
parte
de
la
CGT
nacional,
regionalmente
en
Córdoba,
de
acuerdo
a
lo
resuelto
por
los
plenarios
de
ambas
CGT,
éste
comenzaría
un
día
antes,
y
se
extendería
por
36
h,
contra
la
anulación
de
la
conquista
del
sábado
ingles,
contra
el
alza
de
las
tarifas
del
transporte
y
de
los
artículos
de
primera
necesidad,
por
la
libertad
de
los
presos
políticos
y
sociales,
la
derogación
de
la
legislación
represiva
y
por
vuelta
al
régimen
constitucional.
El factor unidad fue lo que primó
para que las dos CGT trabajaran juntas por el cese de actividades el
día 29 a las 10 de la mañana, y marchar para un acto en el centro
de Córdoba. Todo estaba coordinado y planificado, como los correos,
que montaban motos y motonetas llevando y trayendo información de
las distintas columnas, y actos relámpago, cuyo centro de
coordinación estaba a cargo de Atilio López.
Se
plegaron
desde
el
principio
a
la
organización
del
acto
los
150
Centros
Vecinales,
la
Coordinadora
de
los
Barrios
(compuesta
por
vecinos,
centros
vecinales,
partidos
políticos,
estudiantes,
gremios,
parroquias,
clubes,
etc.)
y
organizaciones
estudiantiles.
Ese
día,
a
poco
de
comenzar
la
marcha,
las
columnas
del
SMATA
rechazan
por
dos
veces
consecutivas
primero
a
la
policía
de
la
provincia
y
después
a
la
federal.
Eran
más
de
4.000
trabajadores,
junto
a
los
integrantes
del
barrio
de
Santa
Isabel.
Es
más
conocido
lo
que
pasa
luego:
estalla
la
bronca
ante
el
asesinato
del
Máximo
Mena,
el
combate
popular
gana
la
cuidad,
principalmente
en
el
centro
y
en
los
barrios
estudiantiles
como
el
Clínicas,
la
policía
se
ve
totalmente
superada
y
se
debe
recurrir
al
ejército.
Recién
al
día
siguiente
este
pudo
volver
a
controlar
la
situación.
Ejemplo clasista y combativo
El
Cordobazo
no
fue
un
movimiento
espontáneo,
como
lo
demuestra
el
hecho
de
la
planificación
de
las
líneas
generales
de
la
acción
esbozadas,
por
ejemplo
en
lo
referente
a
las
autodefensas
de
las
masas,
por
sus
principales
exponentes:
Tosco,
López,
Canelles
y
las
organizaciones
políticas
de
izquierda.
Justo
es
señalar
nuevamente
que
tampoco
hubiera
podido
ser
protagonizado
solamente
por
los
sectores
combativos,
sin
la
unidad
de
acción
con
una
parte
del
sindicalismo
conciliador,
sobre
la
base
de
la
independencia
política
y
de
una
correlación
de
fuerzas
importante.
Si
bien
el
movimiento
obrero
y
popular
no
contaba
con
un
proyecto
y
una
dirección
unificada
que
pudiera
terciar
en
el
medio
de
la
crisis
por
una
salida
proletaria,
ya
que
entre
otras
cuestiones
no
existía
una
organización
revolucionaria
madura
y
asentada
(o
al
menos
la
coordinación
efectiva
de
los
distintos
destacamentos),
el
Cordobazo
hirió
de
muerte
a
la
dictadura
de
Ongania
y
se
constituyó
en
un
punto
de
inflexión
de
las
luchas
obreras
y
populares,
pudiéndose
ubicar
sin
lugar
a
dudas
como
el
hecho
que
dio
impulso
a
la
lucha
revolucionaria
de
las
masas
en
la
década
del
’70
y
que
fuera
abortada
por
la
dictadura
militar
genocida
del
’76,
con
el
saldo
de
30
mil
compañeros/as
detenidos
desaparecidos.
Este
29
de
mayo
recordamos
las
enseñazas
que
nos
dejó
esta
rebelión
popular,
para
tenerlas
en
cuenta
en
la
reconstrucción
de
otro
sindicalismo.
Rescatamos
la
importancia
del
proletariado
industrial
en
el
proceso
revolucionario,
sintetizado
en
la
capacidad
de
acaudillar
el
conjunto
de
la
lucha
obrera
y
popular.
Nos
afirmamos
en
la
necesidad
de
seguir
el
ejemplo
de
las
corrientes
clasistas
y
combativas
que
conducían
los
sindicatos
y
las
masas,
en
algunos
casos
al
margen
de
las
orgánicas,
con
formas
alternativas
a
la
burocracia
tradicional
(CGT
de
los
Argentinos,
SITRAC-SITRAM,
Interfabriles,
Intersindicales,
etc.),
que
no
les
pedían
permiso
a
éstas
ni
a
ninguna
fracción
de
la
burguesía
para
luchar.
Aportar
en
esta
dirección
es
el
mejor
homenaje
que
le
podemos
rendir
a
quienes
forjaron
el
Cordobazo.
Porque, como dijera
el Gringo Tosco: “El Cordobazo en la expresión militante del más
alto nivel cuantitativo y cualitativo de la toma de conciencia de un
pueblo, en relación a que esta oprimido y a que quiere liberarse
para construir una vida mejor, porque se sabe que puede vivirla y se
lo impiden quienes especulan y se benefician con su postergación y
su frustración de todos los días”.
Por
eso,
para
hacer
honor
a
nuestros
mártires,
a
nuestros
niños
que
se
mueren
de
hambre,
a
nuestros
jóvenes
que
caen
por
la
policía
del
gatillo
fácil,
de
la
droga,
la
delincuencia,
la
trata
y
la
prostitución,
por
nuestro
derecho
a
vivir
dignamente,
debemos
terminar
con
la
explotación,
el
hambre,
la
entrega
y
la
represión
que
nos
impone
este
sistema
capitalista
que
nos
explota
de
la
cuna
a
la
tumba.
29/05/2012
Movimiento por la
Unidad Latinoamericana y el Cambio Social
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