Sobre el noviazgo y el sexo de nuestros jóvenes en medio de la crisis venezolana
Recientemente tuve la oportunidad de conversar con un grupo de jóvenes amigos de mi sobrino, en principio como todas las conversaciones donde hay un amplio margen generacional y de intereses, la discusión se dio sobre temas como el estudio, lo esperan del futuro y ese tipo de temas cotidianos.
Pero después una muchacha me hizo la siguiente pregunta, ¿Y cómo eran los noviazgos en su época? al ver que me quede cayado, dado que me tomó por sorpresa la pregunta, continuó, con una disertación que decía más o menos lo siguiente; “Le hago la pregunta ya que con la situación del país, nosotros no tenemos la oportunidad ni de comernos un chocolate, ya que un chocolate cuesta casi el sueldo mínimo de un trabajador”.
Después de eso los muchachos me comentaron diferentes situaciones que para ellos son comunes y que para nosotros con el día a día y la lucha por la subsistencia en este país, dejamos de lado sin darle importancia, pero que efectivamente es un problema enorme para los adolescentes de este país y por lo tanto para el seno de nuestras familias.
En medio de la conversación me volvieron a hacer preguntas de cómo era en mi época, si teníamos dinero, acceso a las cosas y que hacíamos las parejas de novios cuando estábamos sin dinero, que hacíamos para divertirnos y para compartir.
Así que inicié mi exposición con un comentario que les causo risa y que de hecho después me hizo reír con ellos, y fue el siguiente, lo primero que deben entender es que soy de finales del siglo pasado y además ya tengo medio siglo de existencia, lo que hace que las cosas evidentemente no hayan sido iguales, después de las risas y los juegos que ocasionó el comentario les plantee lo siguiente.
Muchachos con la conversación que hemos tenido me doy cuenta que efectivamente hay una brecha generacional, a nivel de gustos, metas y valores. Por lo menos, yo recuerdo que el dinero para nosotros cuando eramos chamos no era un impedimento tan grande, dado que hacíamos actividades que no requerían dinero y siempre nos divertíamos.
Cuando me preguntaron ¿Cómo cuáles actividades? comencé a recordar algunas de las cosas que hacíamos cuando era chamo y les comenté las siguientes, hay actividades en grupo que salen económicas como el ir a la Cueva del Indio en el Cafetal, Subir al Ávila, ir en grupo al Jardín Botánico, salir a caminar con la novia, ir a los museos y otras por el estilo, y los muchachos se me quedaron viendo como si uno fuese una momia o algo por el estilo.
Les dije, no me miren así son actividades sanas y económicas, uno se lleva la comida y los refrigerios, te vas a los museos y después entrar a caminar al Parque Los Caobos con tú novia, tiendes un mantel o una sabana y se tienden a comer y a compartir el momento, lo mismo en los otros lugares que les comenté, además de que en todos hay que caminar y eso es una actividad física y recreativa.
A mí lo que más me preocupa de la situación actual para hacer estas actividades, es la seguridad, ojo no digo que no se puedan hacer lo que si es que se deben hacer más temprano y en al caso del Ávila y lugares más alejados tratar de hacerlo en grupos, pero al final lo que me gustaría dejar claro es que no es necesario tener dinero para compartir.
Allí vinieron las respuestas de los muchachos y de verdad jamás me imagine ver el enorme nivel de dependencia en las actividades de consumo en los chamos, al ver y al entender que las actividades propuestas no podían competir con el cine Mac Donald”s, ir a los centros comerciales, discotecas y otros, me quedé sin argumentos.
También observe el enorme nivel de frustración que esta soberana crisis que vivimos está causando en nuestra juventud y eso lo sentí en carne viva con la fuerza de los argumentos de esos muchachos, siendo terrible el sentimiento de incapacidad y de indefensión que sentía yo al no poder darles respuestas y mucho menos poder dar soluciones a sus situaciones.
Al final quedamos que iban a intentar hacer lo que ellos llamaron una salida ecológica a ver que tal les iba con dicha experiencia. Ya que llegamos a la conclusión de que efectivamente había que buscar alternativas reales que le permitieran compartir, vivir, divertirse y disfrutar, entendiendo yo siempre que esta crisis y las malas decisiones que ha tomado el gobierno el que tenemos en el tema económico hasta la actualidad le está robando con esta tamaña crisis, los mejores años y momentos agradables a la vida de nuestros chamos.
Después vino el tema candente para alguno de ellos, ya que les incomodaba hablar de la situación con un viejo para ellos y era el tema de la intimidad, la verdad es que cuando me comentaron sobre el tema de los moteles y los hoteles y sus costos me quedé con la boca abierta y allí fue que dije en voz alta,“Es que la crisis y el mal gobierno hasta con el amor y el sexo están acabando” risas de nuevo de todo el grupo.
Lo que les recomendé a los muchachos y más a los que estaban trabajando es que definitivamente tendrían que hablar con sus padres, para que su novio o novia se pudiese quedar de vez en cundo en su casa, una de las muchachas que trabaja en un cool center, me dijo que eso era una locura que su mamá no lo iba a permitir y otra serie de comentarios.
Le hice una pregunta, cuánto dinero pones para tu casa y me dijo más de la mitad de lo que me gano y a veces tengo que poner tanto que sólo me quedo con el pasaje y realmente no gasto mucho ya que uso el metro casi siempre. y continúe con lo siguiente ¿Ese dinero realmente hace una diferencia real en la situación económica de tú casa? a lo que respondió que si.
Entonces le dije lo siguiente, yo siendo tú hablaría con tú mamá le diría lo siguiente, madre tengo 19 años, tengo un novio estoy enamorada y necesito salir y estar con él, aunque siempre me hablas de lo que hacían en tú época, estos tiempos no son los mismos, así que hay dos opciones o permites que él se quede en casa de vez en cuando y yo en su casa o voy a tener que pagar un hotel, para poder tener algo de intimidad, la cual la hemos tenido desde que inicio nuestra relación, la única diferencia es que el dinero que doy ya no lo podré dar ya que lo gastaré en poder tener un mínimo de vida personal.
Al decir esto y ver la cara de los chamos entendí no sólo su realidad, sino su incomodidad, su falta de esperanza y su alto nivel de frustración.
Esto se multiplicó al hablar de la universidad, los libros y la visión de futuro de los muchachos, quienes me dijeron abiertamente que no veían futuro para ellos en Venezuela a lo que les respondí que la crisis es pasajera que en algún momento ha de pasar y cuya única respuesta fue en términos generales, ustedes vivieron y disfrutaron, a nosotros nos robaron el presente y el futuro, ni siquiera un refresco o gaseosa nos podemos tomar ya que eso hoy en día es un lujo.
Así que después de esa conversación de ayer, ahora no sólo me preocupa la situación diaria que vivimos los adultos contemporáneos (Mayores de 40) del como sobrevivir al día a día, el responder a la pregunta con qué o qué vamos a comer mañana y esas cosas que hoy en Venezuela es el día a día de todos los venezolanos, sino que ahora también pienso en como rescatar el amor, el noviazgo y el futuro para nuestros chamos en Venezuela.
Mientras esto pasa, sólo queda tomar consciencia de que los chamos necesitan vivir, amar, enamorarse, salir, tener sexo y divertirse, así que no sólo debemos pretender que ellos entiendan y asuman la realidad, sino que nosotros debemos también entender y darnos cuenta de que debemos cambiar y adaptarnos a la realidad y darles un espacio y apoyarlos para que puedan tener algo de vida y mantener su relación e intimidad y evitar que pierdan su pareja o que hagan algo contraproducente por desesperación.
No hay otra opción, entre la crisis económica, social y de seguridad, es preferible tener a los muchachos con su pareja todo un día o un fin de semana en casa, a arriesgarlos a perder la vida en la calle o llevarlos a tener intimidad en los lugares más inesperados que podamos imaginar.
Esto no significa ceder ante los valores morales y familiares y situaciones por el estilo, al contrario, más bien debemos verlo como una oportunidad de crecer todos juntos en familia, realmente no se me ocurre otra cosa, a menos que el gobierno lance la Misión Hotel Socialista, la mayor oportunidad que tienen nuestros chamos de tener un noviazgo y compartir como lo hicimos nosotros en su momento, es con nuestro apoyo.
La crisis les está quitando a nuestros muchachos todo, la posibilidad de comprar una casa, de comer bien las tres veces al día, de usar champú y hasta el derecho de comerse un chocolate ya que eso hoy en día es un lujo que muy pocos se pueden dar, no dejemos que también les quiten el derecho de enamorarse y de convivir con quien aman, recordemos que la distancia duele y duele más cuando se está enamorado.
Me despido con la certeza de que esta situación que vivimos deberá cambiar pronto y de que más temprano que tarde nuestra hermosa nación volverá a ser lo que antes era o mejor, mientras eso pasa, paciencia, consciencia, unidad y esperanza.
No dejemos que nos quiten también la esperanza y la alegría, el presente es patético gracias a ellos, pero los venezolanos prevaleceremos, superaremos esto y costruiremos un un futuro mejor.
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